lunes, 12 de septiembre de 2011

Alambique.

Limpia su corazón con lejía para eliminar las manchas permanentes,
huele amoniáco para ambientar sus pesadillas,
utiliza detergente con partículas blanqueantes para purificar sus palabras,
el suavizante calma su fiero tacto,
desengrasante con el que quita peso a sus inacabables sueños,
jabón que le sirve para introducir en cada burbuja una minúscula parte de su vida,
escobas que arrastran odio hasta su profundidad,
estropajo de candente frialdad que libera sus pensamientos,
guantes con las que agarra brutalmente a sus intenciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario