lunes, 26 de septiembre de 2011

Diacrónico.

Insolencias guardadas en el cajón,
cuerpos que dicen ser humanos caminan retrocediendo,
el semáforo cambia de color, empieza el desfile de los mortales,
antorchas quedan consumidas en lo profundo de la lejanía,
tintineo de campanas replicarán el día de tu funeral,
flores echarán encima de tu caja no hermética,
lágrimas de verdad y de jabón resbalarán por las mejillas de los conocidos,
simplezas que quedan aparcadas, sin ticket,
el reloj habla sabiamente,
reproches injustificables,
fisgoneando la vida.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Inercia consonántica.

Payasos con sonrisas sangrientas y coaguladas,
botellas de veneno guardadas en las alcantarillas,
jodidos maniquíes inmóviles con ropa de segundamano,
guiños de publicidad recorriendo aquel edificio,
juegos de hipocresía y corazones con ajo,
fuego en el dióxido de carbono,
el agua del mar se vuelve dulce limón,
extracto de la sonata paupérrima,
palabras inútiles desquician a cualquiera,
manicómios vacíos,
batas blancas repartidas te muestran el camino,
zapatos blancos, huellas del tiempo,
una cerilla apagada dentro del estómago.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Lo que escribió en una servilleta.

Cadáveres extraídos del espacio,
escarabajos azules debajo del sofa,
incoherencias sobrenaturales,
traiciones y te doblo la cantidad,
áticos en el sótano del hotel,
dardos que no hacen diana en el entramado cerebral,
pérdidas de memoria ingratas,
restos de óxidos en la mochila,
cuadros retorcidos en la oscuridad y en el presente.

domingo, 18 de septiembre de 2011

El café de las 10.

Encima de su epitafio una rosa blanca,
perdí a ese ser que me hablaba de música,
lluvia bajo este cementerio,
la tierra mojada y el césped reluciente y brillante llora conmigo,
en su epitafio su nombre, escrito con letras azules,
él en su tumba y yo bajo la atmósfera,
las siluetas que me acompañan van desapareciendo,
porque tú eras el que esperaba bajo la lluvia en la parada de autobús,
sola ante tu tumba,
espero que sigas riendo igual que antes,
que tus ojos azules no hayan perdido esa intensidad en la mirada,
que tus dedos sigan tocando la eléctrica como antes,
sé que no querías flores,
sé y tu no lo sabías, lo mucho que te quería.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Oscilatorio.

El corazón se fragmentó,
podría decirse que el cerebro repartió su herencia,
inundaciones de lógica surgieron de la información,
restos colapsados en el interior de las arterias,
reanimación, ¿para qué?,
las colillas en el parque se apagaron,
mecheros bajo el agua sepultados,
no pensó en nada,
estudió las leyes de la vida, y aprobó.

No le conzoco.

Destroza la garganta con su agua oxigenada,
responde los mensajes tres meses después,
quizás hipnotizarte no tenga sentido,
bajo su brazo un tatuaje,
los ojos ya no sirven si no puedes mirar a quien quieres,
perder o ganar, todos es cuestión de que lleves un trébol de cuatro hojas,
horas sin sentido o con él,
las puertas están cerradas,
¿las vas a abrir?,
no pensó que todo quemaría bajo su tacto,
las palabras al igual que el dinero se las lleva el viento,
historias breves e insensatas es lo que interesa,
lo que digan, hablen, piensen y analicen que se lo queden de recuerdo,
juegos de cartas y fichas de colores,
rasgas una hoja y con el otro extremo te rasgas a ti mismo,
periódicos y cd's mezclados en el cubo de la basura,
réplicas exactas de la vida,
réplicas inexactas del museo de la tuya.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Alambique.

Limpia su corazón con lejía para eliminar las manchas permanentes,
huele amoniáco para ambientar sus pesadillas,
utiliza detergente con partículas blanqueantes para purificar sus palabras,
el suavizante calma su fiero tacto,
desengrasante con el que quita peso a sus inacabables sueños,
jabón que le sirve para introducir en cada burbuja una minúscula parte de su vida,
escobas que arrastran odio hasta su profundidad,
estropajo de candente frialdad que libera sus pensamientos,
guantes con las que agarra brutalmente a sus intenciones.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Gyan.

Infundado miedo se cierne sobre sus venas,
velas encendidas acompañan a su fantasma,
antorchas encendidas en el callejón,
puertas rojas carcomidas,
los lobos se acercan a cobrar sus impuestos,
hachas colgadas en la pared relucen un espantoso brillo,
sombras escurridizas danzan frente a la pared,
cabellos rojizos se vuelven fuego ante la luz de la luna,
telescopios llenos de diamantes,
las estrellas se esconden,
los volcanes se detienen y mueren,
huellas de sus manos en la arena,
las olas rompen el acantilado,
el fuego arrasa el bosque,
el vapor se vuele gélido,
la escarcha se ensangrenta,
pedazos de atmósfera chocan contra el suelo,
destrucción al compás de mi canción.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Touch ground.

Serpientes se enrroscaron en su cuello para que no dijera: "Lo siento",
días que perdieron todo el valor que podrían haber tenido,
comprendió que la felicidad no entiende de razones,
experimentó el abandono,
dejó marchar todo y más,
se sentó en el borde de un precipicio,
el viento quería nueva acompañante,
ella ignoró su fuerza,
se dejó arrastrar.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Envasado al vacío.

Frías estanterías dan cobijo a los libros,
papeleras atestadas dan un lugar caliente donde dormir a los garabatos de otros,
inmensas farolas alumbran lo que no quiere que vean a otras,
atrapa polvo para no ensuciar su imagen,
mesas de bares en los que hincas codos y escondes los ojos,
tu voz acariciando su conducto auditivo medio,
la lejanía no sobra en su orientación,
mariposas y escarabajos besan su pulmón,
oscuros gatos anaranjados se alían para arañar su sonrisa,
fuentes de nicotinan ahogan a los pájaros que lleva dentro,
cáscaras de limón endulzan y dan escalofríos a su recuerdo,
hojas pisoteadas brillan buscando su dueño,
restos de la comida de ayer yacen enterrados en la pila de papeles,
si las frías estanterías dan cobijo a sus amados libros que amante le dará cobijo a él.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Tienen nombre mis palabras, tu nombre.

Porque sin miedo a morir
aprendí a vivir,
con tragos amargos y dulces,
con pesadilla e insomnio conviví,
felices recuerdos andan en mi vacío mental,
sinfonías sin director componen la música de mi existencia,
agua y sal, sacian mi cólera,
minerales y vitaminas cubren mi espacio,
sepultados bajo tierra quedan todos mis sentimientos,
por exigencias de esta mi película, abandoné tu corazón,
sin pensarlo caí y perdí la conciencia,
y al despertarme todo había cambiado,
la vanguardia había arrasado con esta ciudad habitable del mapa,
de poco a más fui desapareciendo,
me convertí en alguien reservado,
rozé el límite de la inteligencia artificial,
quedé sumida en miradas de ambición,
juguetes animados me adoptaron,
de ellos aprendí a expresar en mi rostro mis sentimientos,
dibujé corazones sangrantes,
tatuajes que no eran para siempre,
me paré a escuchar los problemas,
desafié a la naturaleza,
me alié con la aventura sin guía turístico,
escuche el rugir de las olas en mi tímpano,
callé a gritos en silencio,
hilé sueños con hilos de telaraña,
manché camisetas con lágrimas en vano,
aprendí a vivir en mi morir.


Extraños.

Después de observar el espacio-tiempo,
observe el horizonte,
estuve horas pensando en ti,
me aburrí, lo reconozco,
no merece la pena estar encadenada,
estar acorralada,
las sirenas de una ambulancia me hicieron despertar,
restos y cenizas de lo que fuimos quedaron lejos,
apartados se consumaron a presión,
no sé que piensas tú de todo esto que te estoy diciendo,
pero a fin de cuentas creo que no hay solución,
porque nuestro amor fue como un cuenta gotas,
y bebimos grandes dosis,
hasta acabarlo,
tocamos fondo y esto acaba,
tal vez nos equivocamos al tomar esta decisión,
y pensamos que esto era muy fácil,
porque los regalos no salen baratos,
no supimos estudiar la profundidad de este océano,
ahora con los pies en el suelo los regalos no salen baratos.