miércoles, 17 de julio de 2013

Mimo

Un pájaro,
alas verdes y pico dorado,
posado bajo esta ventana,
debería haberse quedado en el limbo,
volando libre.

Una placenta,
una demasiado sucia,
una vida que nace de entre tanta miseria y soledad.

Mi jeringuilla,
soledad y éxtasis,
lista para cualquier excursión hacia un mundo mejor,
aunque se nutra de fantasías y falsedad.

Los zapatos,
viejos, 
desgastados y compañeros,
huellas que dejan,
mis huellas en esta pobre Tierra.

El reloj,
en una pared de este inhóspito lugar,
adelantado,
el sentido del tiempo,
el tiempo sin mi sentido común.

Una cama,
vacía,
sábanas blancas,
sin almohada, para no hablar con nadie.

miércoles, 10 de julio de 2013

Bajo diez metros de profundidad

Luchar a contracorriente, intentar sacar fuerzas de donde no las hay pero que un día estuvieron ahí y queriendo, se fueron.
Sé que en una jaula de barrotes de cristal estoy, lo peor es que sé que si rompo esos barrotes me clavaré todos esos cristales y una vez clavados nos los podré sacar, entonces, ¿debo seguir enjaulada? o por el contrario debo clavármelos y romper con todo lo que me rodea y me sume en una gran amargura.
Contradictorio es lo que pasa ahora, es como sentir que todo está lo suficientemente cerca, pero que en mi cabeza todavía hay miles de kilómetros de distancia que me separan de esas cosas, de esos momentos de esas cosas que quizás mi subconsciente desprecia y una parte de mi corazón intenta recuperar esperanza alguna.
¿Gritar? y no ahogarte con el grito propio, salir de una burbuja y no entrar en otra, ¿cómo se hace eso?
Hay días en los que me gustaría irme tan lejos como me fuera posible, coger un tren y marcharme, no dejar ninguna nota, tan sólo irme, que nadie sepa nada de mí, que me olviden y que tan sólo quede en su mente o en los desperdicios de su mente.
Ese sueño de largarme lo más lejos posible lo tengo desde hace años, la verdad es que intento pensar en las cosas que me retienen aquí y quizás la que me hace dar un paso atrás sea el cariño que siento por determinadas personas, pero el pensamiento de que esas personas alguna vez han vivido sin mi existencia me dice que entonces se podrán hacer a la idea de mi perdida.
Hay noches en las que doy mil vueltas a mis ideas, reconozco que a veces yo también me pierdo en mis propios laberintos pero que de una u otra forma sé encontrarme, al fin y al cabo son mis laberintos, son pasadizos y salas de sufrimiento que nadie más conoce excepto yo.
Dar la cara a los problemas, eso lo he hecho demasiadas veces, como todos, he afrontado mis problemas y he soportado los de los demás como míos propios, quizás sea amor por el prójimo, quizás sea tener tu cabeza en continuo funcionamiento.
Cuando leo, "¿Qué cambiarías de tu pasado?", pienso en cada mal momento, en cada amargura, en cada tristeza, en cada llanto, en cada escena que me gustaría borrar, en cada sonrisa fingida y el corazón a punto de romperse, en cada hipocresía, en cada mentira que pude decir, en cada momento de indefensión, en cada pérdida de fe en Dios, en cada sentimiento roto, en todos los lugares por los que alguna vez pude caminar sola y me hubiera gustado tener a alguien caminando junto a mí.




Tal vez cambiaría todo eso, pero hay algo que me dice que eso me hiciera en mil pedazos, que no sería nada, y entonces me vuelvo a hacer la pregunta, "¿Qué cambiarías de tu pasado?", me quedo callada y no sé que responder porque de nuevo una oleada de imágenes invade mi cabeza.
¿Qué hable del amor?, no sé nada en primera persona de él, sólo sé que la gente promete demasiadas cosas y luego no las cumple, de ahí que no crea en promesas ni juramentos.
El amor, ¿cuándo nace el amor?
Hace tiempo sí que me preocupaba por eso, tampoco me volvía loca pero si que me llamaba la atención, pero hoy en cierto modo es algo que detesto hasta cierto punto, no sé por qué, y quizás detesto no sea la palabra adecuada pero le tengo cierta rabia a ese sentimiento, una parte de mí lo rechaza y a otra le gustaría conocerlo.
El destino o lo que sea, ya nos tiene preparado un camino, pero somos nosotros los que cogemos una derivada de ese camino, tenemos que resolver problemas hasta que al final llegamos a la solución de nuestra derivada elegida, pero ¿cómo de devastados y felices llegamos a esa solución?