viernes, 27 de abril de 2012

Bajo

La verdad más dura, es la tristeza de ver tus ojos doblegados, tus manos desgastadas, tratando tus palabras de quemar la cuerda. Las noches como días oscuros, bajo las cabezas de la gente, las olas rugen al compás de la sal. Fastidiosos balcones, con miradas lejanas, lechuzas que cruzan la libertad lunar. Acaricio tus labios, el sentir de tu frente pesada, la mariposa que revolotea en tu cara desalumbrada. De tus ojos y tus labios, saldrá la espada de los olvidos, olvidados, bajo la invisibilidad de la cuerda.

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