jueves, 5 de abril de 2012

¿De verdad?

Fastidia la vida hipócrita,
el vecino preocupado por la muerte de mi gato,
la mujer presumida e incapacitada para amar,
los ojos vidriosos,
si el abuelo no te incluyó en el testamento.

El silencio de las cucarachas,
su soledad en los rincones vacíos,
las caprichosas rosas,
desperfumadas,
el jardinero que las abandonó,
las utilizó.

Mezcla de miradas,
¿en cuál creer?,
la voz interpreta una despreciable obra de teatro,
no te prometo amor eterno.

Casualidades te encuentro,
esperando el autobús,
para qué saludarnos,
fastidia la hipocresía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario