viernes, 4 de noviembre de 2011

Después, un segundo antes.

Si es la hora de partir y no quieres perder el barco,
¿por qué no te vas?
si aquí donde estás no te une nada,
y en la taberna de Elisa nada debes,
realmente alcanzaste el nivel de soledad y abstramiento tan deseado,
si ya nada cambia y nada quieres,
el tiempo que viviste hace un segundo ya es parte de tu pasado,
si cerraste la puerta y luego lloraste hasta el amanecer y nada cambió,
entonces, ¿por qué no te vas?
si olvidaste los zapatos aquel día de lluvia y aún así eras feliz,
con la lluvia mojando tu pelo, tus pies fríos pisando el asfalto,
si el día que te rechazaron no lloraste sino que sonreíste,
cuando no te entendieron y tú los entendiste a ellos,
¿para qué partir?
tú fuiste el que gritó en medio del concierto,
tú fuiste él que aprendió lo que otros creen que es mejor olvidar,
recuerdas cuando dijiste : "Olvídalo",
y no fuiste capaz de olvidarlo porque la curiosidad asaltó tu cabeza,
me haré un tatuaje en el brazo con tu nombre,
y tú tatuarás en tu mano el día de tu partida,
respóndeme una cosa,
¿de verdad quieres irte?

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