martes, 21 de agosto de 2012

Mariposas parisinas

Porque descaradamente me enamoré,
que ¿cómo fue?
el destino me jugó una mala pasada,
nuestra amistad empezó,
tú eras el chico de mis horas de soledad.
La amistad floreció,
un día al ordenar mis amores,
tu nombre en mi cabeza retumbó,
así comenzó, mi amor.
Días,
horas,
el reloj se alimentaba de mi anhelo y deseperación,
en tu vida yo creí que había sitio para la mía.
El viaje a la luz y al reencuentro,
te abrazé aquella noche,
no quería soltarme ni desprenderme,
tu olor,
tu sonrisa,
tu voz,
tú, todo.
Al final acabó,
no con un final de princesa.
Nuestra amistad sigue en pie,
hoy por hoy así no finalizó,
lo que un día empezó,
tu recuerdo vaga por mi espacio mental,
las mariposas que dejaste en mi estómago,
aguardan el momento.

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