jueves, 1 de marzo de 2012

Donovan Rabbit (Capítulo I)

Voy a dejarme bigote; el fumar últimamente se ha convertido en algo vulgar, incluso la sucia de mi vecina lo hace, así que lo voy a dejar. Quizás me compre también una de esas gafas de pasta que se llevan ahora, gafas modernas, aunque mi vecina tiene unas de los años setenta. Las guarada en la guantera del coche, sólo las usa para conducir. Voy a sacarme el carnet para poder atropellar a alguien.
Si lo llego a hacer diré que la vieja de en frente era demasiado lenta y yo tenía mucha prisa porque mi madre estaba en Urgencias, así que lo haré sin querer y si el policía de turno es uno de estos gordos que se puede comprar con una hamburguesa grasienta entonces mi fianza estará saldada. Es un ciclo. Todo está basado en los ciclos. La vieja muere y mi madre pare a su bástago. Unos viven, otros mueren. El policía engorda, McDonalds se enriquece, le dará un futuro empleo a mi medio hermano en camino que le pagará el dinero de la autoescuela, para que haya más atropellos y el cuerpo de la policía se siga alimentando.
El agente Ockham no fue capaz de atrapar al hijo de la puta que atropelló a mi padre, aunque estaba demasiado gordo. Su barriga cervecera se anteponía dos kilómetros entre él y el asesino.
En el retrato aparecía un hombre con mostacho.
Voy a dejarme bigote.
Pobre la vieja que fallecerá, nietos sin abuela que les prepare la merienda, la mía nunca lo hizo así que me importa una mierda si unos mocosos se quedan sin su abuelita.
Sería egoísta, no, eso no, no sabría compartir mi pensamiento, si no recordara la cita que tengo hoy con Imelda, es una chica del montón, o ¿no?, bueno eso depende de quien pose sus ojos sobre ella.
Imelda piensa que el amor es algo natural, yo creo que es una relación que se crea entre dos idiotas que no tienen nada mejor que hacer que joderse mutuamente. Y debo confesar que, a pesar de ser idiota, aún no he conocido el amor. Efectivamente, soy virgen.



Autores: Príncipe de Becklear y Green Rose

1 comentario: