sábado, 22 de marzo de 2014

Habían tulipanes

Caminé por aquel campo, entre tulipanes y violetas, me olvidé de mi nombre y adquirí una nueva personalidad, para adaptarme al modo de vida del campo, caminé y de tanto caminar mis pies empezaron a sangrar.
Hoy en día me pregunto, por qué lo hice, si hasta mis pies sangraban por qué decidí seguir caminando, supongo que ese campo era demasiado maravilloso y yo podía soportar todo el dolor.



Me decían que en algún momento había de volver a la realidad, no les creía, en mi campo yo era feliz, pero la felicidad como esta botella de alcohol que tengo a mi lado se acaba.


Mañana he hecho la promesa de retirarme, pero esta vez a ningún campo, esta vez me iré a algún sitio que sea tan sombrío como esto que lleva incrustado en el alma, ahí me marcharé y cuando haya cumplido mi misión, regresaré, pero amigos míos, no volveré a veros, caminaré por las calles que hoy camino pero mi expresión ya no será la misma, y no me reconoceréis.




No hay comentarios:

Publicar un comentario